Ni todo van a ser transferencias ni todo serán créditos. A Alemania le conviene que no haya una recuperación a dos velocidades, y a Francia le conviene un plan al gusto de Italia y España, porque a ellos también les ha golpeado muy fuerte la pandemia; aunque viendo sus planes de estimulo, se nota el potencial económico de los galos. Charles Michael, presidente del Consejo Europeo, ya ha hecho algunos cambios para intentar convencer a los escépticos con el plan. Por un lado ha reducido la propuesta del presupuesto plurianual 2021-2027, manteniendo el montante del plan de reconstrucción, también planteara mantener los descuentos que reciben en su contribución al presupuesto comunitario Holanda, Dinamarca, Suecia, Austria y Alemania por aportar más de lo que reciben. Charles Michel propone además que los países tengan que presentar planes de "recuperación y resiliencia", que respeten las recomendaciones económicas que les hace Bruselas.
Estos planes tendrán que ser aprobados por el resto de Estados miembros por mayoría cualificada, a propuesta de la Comisión, y los países deberán cumplir con los objetivos fijados para recibir desembolsos. En definitiva, en caso de que salga adelante, parece que no quieren tonterías con la pasta que se suelte, que cada euro que vaya a los países del sur de Europa se destine a lo que pone en sus planes, que se supone que estan basados en recomendaciones de Bruselas.